miércoles, 19 de septiembre de 2018

Iglesia de San Bartolome de La Coronada



La Iglesia parroquial de San Bartolomé, se trata de una obra erigida a finales del siglo XV y principios del siguiente, bajo el mecenazgo de don Juan de Zúñiga. 
Se distinguen acusadamente las distintas fases constructivas, perteneciente a dos épocas y estilos diferenciados. 
El primitivo edificio pudo levantarse hacia finales del siglo XV, de él se conserva la nave central, el campanario y las dos puertas de acceso. La obra presenta numerosos añadidos y ampliaciones posteriores. 
Entre los siglos XVI y XVII la capilla mayor y la sacristía son sustituidas por otras de mayores proporciones y hacia la primera mitad del siglo XVII se adosa la pequeña capilla del baptisterio. 
A principios del siglo XVII se renueva la cabecera y se amplia el edificio, todo ello al estilo renacentista, los contrafuertes de las esquinas del testero recto se realiza de machones rectos y paralelos al paramento mural, el muro se refuerza en los laterales con robustos pilares de sillería destinados a contrarrestar la bóveda de crucería del proyecto original, cambiándola por la actual de dos tramos de cañón con lunetos decorada con esgrafiados.
La sacristía se levantó en el muro del evangelio de la nueva capilla mayor, que presenta planta cuadrada y cierre con cúpula. 
El cuerpo no llegó a reformarse al completo, quedando mucho más bajo en altura que la cabecera, proyectada para una reforma posterior. 
Se divide en tres tramos cubiertos de bóvedas con lunetos, destacando la capilla de los Maldonado, abierta en 1575 en el muro del evangelio, próximo se encuentra el púlpito y el coro se sitúa a los pies del edificio delimitado por un arco escarzano de cantería. 
En la epístola se abre una puerta de cantería coronada con la cruz de la Orden de Alcántara, edificada en el primer tercio del siglo XVII. 
La torre-campanario situada en la esquina suroeste del edificio, es una obra de tres cuerpos formados por hiladas de piedra, mampostería con refuerzo de cantería en las esquinas y ladrillo en el cuerpo de campanas, rematado por un pinaculo. 
Sobre las portadas, de traza clasicista, se puede observar el escudo de la Orden de Alcantara. 
En su interior, de aspecto arcaizante, destacan las pinturas que decoran la cúpula de la capilla del Cristo y los lunetos de las ventanas, así como el púlpito granítico, también adornado con la Cruz de Alcántara. 
Es interesante la colección de platería litúrgica de la iglesia, entre cuyas piezas destaca el incensario y la cruz parroquial del siglo XVII. 
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